Para practicar la escalada se forman equipos de entre dos y tres escaladores y también es posible escalar solo, aunque para empezar, lo mejor es aprender el funcionamiento de una cordada de dos.
Cómo se sube
Sube un escalador (el primero) atado a un extremo de la cuerda, mientras el otro escalador (el segundo) sujeta la cuerda con un dispositivo de freno atado a su arnés.
El segundo va soltando cuerda a medida que el primero la requiere y éste la conecta, mediante mosquetones, en unos puntos de anclaje fijados en la roca (fisureros, friends o anclajes naturales). Si el primero se cae, el segundo es responsable de frenar la caída. El último anclaje instalado es el que recibe la carga (fig 2).
La altura de una caída suele ser el doble de la distancia entre el primer escalador y el último punto de anclaje (Ax2), sumado a una longitud adicional indeterminada provocada por la elasticidad de la cuerda y el desplazamiento de la posición del segundo.


Proteger la caída
Para evitar caídas peligrosas, el primero tiene que poner tantos puntos de anclaje como sea posible y en cualquier caso, evitar que la distancia entre el escalador y el último anclaje sea cercana o superior a la distancia entre el último anclaje y el suelo. Si fuera el caso, y el escalador tuviera una caída, éste podría sufrir un accidente grave (fig 4).


Montar reuniones
Cuando el primero finaliza la escalada, ha realizado lo que se llama, un largo de cuerda y tiene que montar un punto de reunión con dos o más anclajes para asegurar al segundo con un dispositivo de freno. El segundo sube atado al otro extremo de la cuerda y su tarea es retirar los anclajes instalados en la pared.
En muchas ocasiones, la altura de las paredes es muy superior a la longitud de las cuerdas de escalada. En este caso, los escaladores suben haciendo tantos largos de cuerda como sea necesario hasta llegar a la cima (fig 6).
Más información: Cómo montar reuniones de escalada


El descenso en rápel
Para descender una pared hay que montar un punto de reunión con dos o más anclajes y pasar la cuerda en doble. Se pasa en doble para poderla recuperar cuando lleguemos a bajo, tirando de un extremo. Lo único que no podremos recuperar serán los anclajes, que se quedarán instalados en la pared.
Al descenso por la cuerda se le llama rápel y se realiza con una placa de freno atada en el arnés. Si la pared es muy alta tendremos que realizar varios rápeles hasta llegar al suelo.
Más información: Cómo hacer un rápel autoasegurado

La práctica de la escalada es peligrosa y dominar las técnicas explicadas en esta publicación requiere de una formación específica. Trabaja con un profesional para confirmar tu capacidad para realizar dichas técnicas de forma segura y autónoma antes de intentarlas sin supervisión.