Pioneros de la roca

Fisura Mummery al Grepón
Fisura Mummery al Grepon

El 14 de julio de 1865 un equipo de siete alpinistas liderado por Edward Whymper alcanzaba la cumbre del Matterhorn tras una dura carrera por ser los primeros y un total de dieciocho tentativas. Fue una victoria amarga que acabó con cuatro muertos durante el descenso.

Pero esta ascensión fue mucho más que una conquista. Señaló un antes y un después en la historia del alpinismo. Las montañas más altas de los Alpes habían sido coronadas, así que las próximas generaciones se centraron en otros picos de menor altura, aunque de mayor dificultad técnica.

La escalada en roca, como especialidad por sí sola, se empezaba a desmarcar del alpinismo practicado hasta el momento. Se inventaron técnicas para rapelar, aparecieron los primeros sistemas de graduación de la dificultad y entraron en juego las Agujas de Chamonix, las Dolomitas y las torres del Elbsandstein.

A continuación tienes una selección de algunos de los escaladores pioneros durante esta época, situada entre finales del siglo XIX y principios del XX.

Albert Mummery (1855–1895)

Escalador Británico que realizó importantes escaladas en los Alpes, como la Aiguille du Grépon, las Grands Charmoz o la Dent du Requin. Su estilo se definía como “by fair means” (por medios justos) y renunció a montañas como el Dent du Geant por abstenerse a utilizar medios artificiales (clavos). Falleció por una avalancha durante la primera expedición que intentaba un ochomil, el Nanga Parbat.


Alexander Burgener (1845–1910)

Guía de montaña suizo que participó en algunas de las escaladas más difíciles de su época. Escaló con Albert Mummery en el Grépon, en las Charmoz y en la arista Zmut del Matterhorn. También hizo la primera al Gran Dru y la Aiguille Verte por la vertiente de la Charpoua. Murió por un alud cerca del Berglihütte (Suiza).


Angelo Dibona (1879–1956)

Éste escalador tirolés, natural de Cortina d’Ampezzo, es recordado como uno de los más grandes pioneros de las Dolomitas. Realizó unas 70 primeras ascensiones con un estilo impecable (se dice que no utilizó más de 15 clavos en su vida) y alcanzó dificultades de hasta VI grado. También realizó la primera ascensión de la famosa Aiguille Dibona, que lleva su nombre.


Hans Dülfer (1892–1915)

Hans Dülfer fue un escalador alemán conocido por haber desarrollado algunas técnicas de escalada, cómo el rápel Dülfersitz o la técnica Dülfer de oposición en fisuras y se dice que fue el primero en escalar el VI grado. También ideó un sistema de graduación de la dificultad que posteriormente perfeccionó Welzenbach. Realizó unas 50 primeras entre Kaisergebirge, Rosengarten y Dolomitas. Murió durante la primera guerra mundial.


Oliver Perry-Smith (1884–1969)

Oliver Perry-Smith fue un escalador norteamericano que se trasladó a Dresden en 1902, donde realizó escaladas en libre de gran dificultad en la Suiza Sajona y alcanzó el grado VIIb local (equivalente al VI grado de la escala Welzenbach). En los Alpes también realizó algunas primeras, como el Diedro Fehrmann del Campanile Basso, o la Cima Piccola di Lavaredo.


Paul Preuss (1886-1913)

Paul Preuss fue un escalador austríaco conocido por su filosofía extremadamente purista, abogando por la escalada libre y en contra de los clavos, a los que consideraba técnicas artificiales. Realizó un gran número de escaladas en los Alpes, muchas de ellas sólo y sin cuerda. Murió a los 27 años al despeñarse por la cara norte del Mandlkogel.


Rudolf Fehrmann (1886-1947)

Rudolf Fehrmann fue un escalador alemán pionero en la zona del Elbsandstein y gran compañero de cordada de Oliver Perry-Smith. Muy sensible con la preservación del medio ambiente, defendió la protección con nudos empotrados, en vez del uso de piezas de metal, para evitar la destrucción de la roca.


Tita Piaz (1879-1948)

Tita Piaz, conocido por “el demonio de los Dolomitas” debido a la audacia de sus hazañas, trabajó de guía de montaña y abrió un hotel-refugio en el Passo Pordoi. Compartió escaladas con Hans Dülfer y también fue un gran amigo de Paul Preuss. Implicado en temas políticos, estuvo encarcelado durante unos meses por el régimen nazi. Murió a los 68 años por un accidente en bicicleta.

Y en la continua evolución de la escalada y el alpinismo, la primera guerra mundial significa un parón de cuatro años, a la vez que un trampolín para las nuevas hazañas: por un lado, la conquista del Himalaya y por el otro, la de las grandes paredes de los Alpes. Pero esto ya es otra historia…


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